viernes, 5 de enero de 2024

Capítulo 169: Te lo mereces todo.

“Te lo mereces todo”. Lo último, como un augurio. Temed de quien os diga que os lo merecéis todo, os está mintiendo, os está diciendo que os lo merecéis todo menos una cosa.

Quien te dice que te lo mereces todo es alguien condescendiente al que ya no le importa lo más mínimo lo que te vaya a suceder pero que necesita imperiosamente partir con la sensación de haber sido buena persona al “regalarte” su aprobación y esa última ayuda emocional a modo de piropo vacuo, manido y hasta un punto ofensivo por subestimar tu inteligencia con un tópico tan impersonal e intranscendente.

Hoy, tras otra noche horrible por pensar demasiado en quimeras, me he despertado y descubierto que mi clavícula no va bien. Mi mochila sigue creciendo y estoy al límite. Un tendón se ha fusionado con la herida del hueso y no tendría que haber sido así. Imagino que cuando te dicen que te lo mereces todo, esto también entra en la ecuación, ¿no?.
Todo lo bueno, todo lo malo, todo.

Escribo desde urgencias y está lleno de gente que no se lo merece todo. Me gusta ver que mucha gente de la que está aquí está acompañada de personas que piensan que lo que se merecen es estar a su lado en los momentos duros, igual que seguramente estuvieron en los buenos. Estas personas no te dice lo siento, ves que lo hacen. Me imagino que eso surge cuando el vínculo es fuerte, se tiene o no se tiene. 

Lo que yo merezco es lo que ya me he ganado y lo que me gane con mi esfuerzo. No quiero regalos, no quiero golpes de suerte. Acepto pagar errores, las consecuencias de mis actos, caídas y lesiones, fortuitas o debidas a una mala planificación. Todos nos equivocamos, incluso inconscientemente. Merezco que me puedan hacer ver lo que no he visto, merezco aprender cosas que no sabía y tener el derecho a poner solución y a aceptar el nuevo paradigma (o no). Merezco oír verdades, cuando es música para mis oídos y cuando me dan un toque. No merezco segundas oportunidades porque creo que no he dejado de estar al 100% para haber perdido la primera. Merezco, tras años de lucha, de tirar del carro sin desfallecer ni un instante, que se sepa que esto es distinto, que soy uno entre un millón. Merezco gente valiente, que tenga el valor de rendirse a la evidencia.

No quiero saber las prisas, no quiero saber por qué de esa manera, no mereces que te culpe del resto de lo que pasa y no lo hago. Yo elegí esto ad eternum porque creo.

Lo único que pregunto, “sí pero no” que nunca mientes, si me lo merezco todo, ¿por qué no me merezco a ti?

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