jueves, 12 de noviembre de 2015

Capítulo 144: Seis

Seis. Seis que son seis veces seis. Seis que serán todos y más. Seis que el mundo en el que vivo dejo el heliocentrismo para convertirse en un trozo de tierra errante vagando por el frío espacio. Seis en que se desborda un mar interior incapaz de ser frenado por un impotente muro con grietas.

Seis de un yo mi me sin ti, de huir de la música que antes te peinaba a lo garçon. Seis de unas huellas imborrables a mi espalda y de un camino sin nuevas huellas dignas de seguir por delante. Seis que desgarran la garganta, de respiración gutural, de tragar saliva y aprentar fuerte los dientes.

Seis que decirlo en voz alta a todo el mundo me parece una falta de respeto, seis que mi dolor es solo mío, seis perdóname hoy por exhibirlo, no volverá a pasar.

Seis de guerras en solitario, sálvese quien pueda, no todos somos iguales, si quieres algo sabes dónde tienes que llamar. Seis de tú y yo ya lo sabíamos, no te preocupes, estaré bien. Seis que no quiero que sean tantos, que son demasiados, que quiero estar junto a ti.

Seis que te veo sin verte, que no quiero verte, que si te veo puedo olvidarte como te quiero recordar. Seis que me ven, pero no me sienten, que sonrío a la gente y que así no me han de preguntar. Seis que no soy como te prometí, que no lo intento porque así no cambiara nada, porque si las cosas cambian de lugar puede que igual te vayas a olvidar.

Seis que me vuelven creyente agnóstico, que me gustaría no ser tan racional, que volvieramos a tener un lugar para los dos. Seis que ya no quiero como se debe querer, que lo veo todo vidrioso cuando miro al futuro que vendrá, que nada nuevo brilla igual bajo el sol.

Seis que sé lo que es la soledad, que hay gente buena y buena gente donde el orden de los factores altera el resultado. Seis que quiero que duela como el primer día, que no me olvidaré que solo yo pude hacer algo y que ese peso es tan pesado como pesados son todos los lugares donde ya no estás.

Seis que no me atrevo a despertarme por si no estás, seis que demuestro el orgullo de ser lo más parecido a ti aunque no te llegue a la suela de los zapatos, seis que seran doce y luego veinticuatro pero que en mi mente y corazón solo será ayer.

Lo siento, pero no puedo vivir sin ti. Tqm.

jueves, 1 de enero de 2015

Capítulo 143: 2k15 Pixum

No hace falta saber leer las líneas de las manos ni mirar a las estrellas esperando la gran respuesta. El destino y los buenos o malos augurios nacen, crecen y se marchitan en las fértiles tierras del pasado. Solo hay que tener un poco de retrospectiva y saber mirar a la gente a los ojos.

Es un año más, ni más importante ni más especial, solo el año que nos toca vivir, que no es poco. La gente, en esta noche, siempre suele preguntar por tu lista de propositos u objetivos a cumplir en la nueva etapa, y se sorprenden si esos propositos no son grandilocuentes o no están llenos de significados especiales y ganas de erradicar malas costumbres.

¿Y si el proposito es solo aguantar? , ¿y si la idea es hacerse fuerte para lo que te viene encima, que no siempre es bueno o donde no siempre tienes un papel principal que asumir?.

El pasado es un sabio consejero de viaje, un acompañante que te baja los pies al suelo y te recuerda que lo que nunca fue nunca será. Es ese espejo donde todo se ve distorsionado y borroso, pero que muestra un reflejo más acertado de la realidad de lo que un futuro soñado pueda llegar a ser.

Ahora el Presente me agarra por la garganta como si de un lobo hambriento se tratara, asiéndo con fuerza mi yugular, ahogándome lenta e inexorablemente. No sé si fue el momento o el lugar, pero no se puede empezar de cero sin hacer saltar todo por los aires, incluso a uno mismo.

Es una sensación horrible, pero necesaria, aunque solo sea moralmente. No puedes abandonar un año con el lastre del anterior, no puedes sonreir a la vida cuando ella, la propia vida, pasa junto de ti pero sin ti.

Mi propósito ha sido decir basta, y lo peor de todo es que no lo he hecho de forma premeditada, que me imagino que ni me atrevía, simplemente pasó. Cuando te callas una vez, asumen que es un bonito gesto, cuando te callas dos, honran tu generosidad, pero cuando son tres, asumen que no tienes queja y a partir de ahí estableces una patente de corso que te vuelve a ti proscrito cuando dices esta boca es mía.

Por la vida puedes pasar destelleando, brillando a tal intensidad que la fría luz que desprendes ciegue a cuantos te rodeen, los cuales acaban idolatrándote devotamente. O puedes pasar sumido en una discreta impercepción que solo, cuando estás muy cerca, haga palpable tu presencia y calor, por que al fin y al cabo, la esencia vital de seres así es estar, no relucir. Y a mí es que las polillas, como que no, que son muy superfluas.

Es posible que pierda grandes cosas, pero nunca se pierde lo que no se te da. Si algo he aprendido este año es precisamente una lección que no por vieja pierde su gran valor: "Si algo quieres, consíguelo tú". El resto es vivir de prestado.

Y por si alguien usa los consejos ajenos y se siente huerfano de propositos realizables, mis dos regalos a sumar a mi lista de deudas y agravios a pagar eternamente.

- Vive con lo justo, prioriza, minimiza, cuando algo te duela o te hiera, redúcelo todo a la mínima potencia, nacemos solos, vivimos solos, y morimos solos. Lo único que tenemos es a nosotros mismos, y la autorealizacion es un gran punto de partida para ser feliz.

- No esperes nada de nadie, es la única manera de no llevarse decepciones. Lo que venga, eso que te llevas, y si no, releer punto 1.

A todo uno se acostumbra, y a años malos y te quieros con la boca pequeña, la mochila llena. 

Feliz 2015, que seguro que son 365 vueltas sobre nosotros mismos de lo más mareantes.


Frase del día: "Sé cuanto he perdido esta noche, pero no sé cuanto he ganado, misterio para el  2015" (Al tal día como hoy)
-Se me olvidó tirar de la cadena.