miércoles, 3 de enero de 2024

Capítulo 167: Noche y día - Día (II)

 5 días, ¿solo?,¿en serio?. Eran las 5, y hasta la oxitocina resultó contraproducente. Aún así estaba tan agotado que conseguí esquivar cualquier pensamiento que me pudiera atormentar y me dormí. 

Pero mi cerebro, mi psique, esa parte del hipocampo que guarda recuerdos del inconsciente no se ha posicionado a mi favor en esa batalla que estoy librando a solas. Está del otro lado, como está la parte más ilusa e irracional de mi ser, esa parte que debería estar muerta porque ya quedó claro que no falsas esperanzas. Y apareció, la primera imagen, la más idílica, primera en una hilera de fichas de dominó que provocó la caida en cascada a volver a pensar, el retorno a la pesadilla. 

Pasé de estar muerto de frío a sudar repentinamente, empapado en segundos, despierto. Y la fotografía de todo lo ocurrido este tiempo atrás volvió a hacerse más nítida todavía, nuevas piezas de un puzzle que no es el que me vendían en la tapa. 

Qué terrible es pensar cuando solo hay nubes negras y oscuridad. Qué terrible tener razón cuando uno sabe como funciona su mente, que te digan de que lo superarás y clichés del estilo que solo sirven para tener la conciencia tranquila de aquellos que quieren lavarse las manos y pasar página. ¿Qué coño sabrás tú de lo que siento?,¿qué coño sabrás tú cómo lo voy a superar si no vas a estar cerca para ayudarme a ponerle solución?,¿qué mierda sabes tú de esto si jamás has pasado por algo igual?. No soy la persona más lista del mundo, no recuerdo fechas ni datos racionales generalmente, pero mi memoria emocional es inabarcable, la peor de las maldiciones que nadie pueda tener, por eso no me cueles moralina barata ni tópicos de superación emocional cuando tu vida ha sido un camino de rosas.

He escrito horas y horas, estoy gastando las últimas dosis de morfina todas de golpe, porque el escribir dejará de hacer efecto en breve, debido al abuso del mismo, y me queda el resto del día, y mañana, y pasado y posiblemente la eternidad.

No quiero entrar en fases de sentir pena por mi mismo, de enfado con la vida y el motivo de mi hundimiento, pero se me acaba el respirar. Tengo miedo del lunes, cuando me quede solo, porque ahora aún tengo de quién poder sentirme rodeado, aunque no esté funcionando. Si estando así ahora sigo bajando, ¿qué pasará entonces?. La gente volverá a su vida habitual, a sus trabajos, estudios, llenará sus días haciendo lo que les gusta. Entonces, si no lo hizo ya antes, seguro que ya no me echara siquiera de menos. 

Como decías cuando ibas a correr 5 kilometros y medio al gimnasio, ¡qué duro! Buff…


No hay comentarios:

Publicar un comentario