martes, 20 de febrero de 2024

Capítulo 206: Past & Pain (II)

El pasado ha sido borrado. El futuro nunca ha ocurrido. No está presente. 

"1984" ha sido un descubrimiento. Entiendo por qué este libro estuvo censurado en EE.UU por pro-comunista y en la U.R.S.S. por anti-comunista, y sigue estándolo en Kenia, Bielorrusia y China. 

Más allá de su crítica al Totalitarismo y la salvaje idea de un Gran Hermano que controla toda la sociedad, "1984" me ha parecido un trágico libro de amor que, leído bajo ciertas circunstancias, deja un amargo sabor de boca a todo aquel que pasa por una situación parecida. 

Han reescrito mi pasado. Suele pasar cuando en una guerra hay un vencedor y un vencido. El ganador tiene el derecho y el poder de reescribir la historia, al perdedor no le queda nada, nadie quiere escuchar su realidad. Pero cuando reescribes la historia lo primero que muere es la verdad. 

Cuando pienso en todo lo sucedió, lo que se dijo, lo que se prometió, lo que sentimos, tengo una mayor seguridad de no estar loco. Como dice el libro, encontrarse en minoría, incluso en minoría de uno solo, no significa estar loco. Hay verdad y lo que no es verdad, y si uno se aferra a la verdad incluso contra el mundo entero, uno no está loco. Yo sé lo que fue. 

El problema es que puedo conocer la verdad de lo que había, pero si supiera la verdad del por qué luego todo fue así (como me sugirió K), posiblemente no seguiría escribiendo ni una letra de todo esto. El castillo que parecía tener sólidos cimientos en realidad solo tenía como base inestables naipes en un difícil equilibrio, que aguantaron por un motivo que creo conocer. Solo cuando, cansado de esperar, empecé a tirar de la manta, tiró a bajo todo el edificio, borrando pasado presente y futuro, sepultando pruebas, los motivos y volatilizando la existencia de todo aquello en todas partes menos en una, en mi cabeza. Es el único lugar que no podía controlar. La cuestión es, ¿tanto me acerqué que al final no le quedó otra que arrasarlo todo?. Lo “bueno” es que tuvo todo el tiempo del mundo para hacer la mudanza.

Pero el que controla el pasado controla el futuro, y el que controla el presente controla el pasado. El problema es que quien gana tiene el suficiente poder para reformular ese pasado. Cuando te engañas a ti mismo pensando que pasó algo para tomar esa decisión, das por cierto que todos los demás están viendo lo mismo que tú, pero la realidad existe en cada mente humana y en ningún otro sitio más. Por eso nunca hubo testigos, por eso mi existencia se limitó a ser un acto de fe, por eso hoy nadie puede cuestionarle lo que hizo.

No existo porque yo no formé parte del todo, solo lo colectivo es inmortal y puede captar la realidad. Por eso nunca existí ni existieron mis pensamientos o mi lugar, mis razones y mi voz, mis esfuerzos o mi dedicación. Todo eso ya solo son cenizas al viento. Desapareceré por completo de esta historia, la posteridad no sabrá nada de mí o lo que realmente fui. Seré una anécdota a contar cuando pregunten por su vida. Por eso me duele tanto, porque si ya he desaparecido, ¿qué importancia tiene lo que esté escribiendo o pensando y para quién lo esté haciendo?. 

Yo solo quise una cosa, haber podido luchar. No este ejercicio de autocompasión y constreñimiento para que acabe mi dolor y poder sentirme libre. Merecía la oportunidad de luchar, de poder hacer frente una etapa difícil por la que supuestamente se pasaba y tener el derecho de cambiar lo que hubiera sido necesario, una oportunidad ganada a pulso con los años y mi dedicación incondicional. Yo siempre construí, yo quería mi casa, no un alquiler. Nadie lo deja todo por un simple capricho terrenal. El sacrificio solo se puede realizar cuando uno es consciente de tener que hacerlo, porque nadie en su sano juicio cambia algo que le dicen que va bien. Cuando no te dicen la verdad, cuando no hay ganas, los pequeños obstáculos del día a día que a veces complican tu existencia (la vida no es un camino de rosas) no se pueden hablar, ni se pueden arreglar, ni compensar ni superar. Una planta no se seca de un día para otro sin mostrar los síntomas en sus hojas, a menos que hagas lo indecible para ocultar esas señales porque desees que muera de sed y que, por mucha agua que tengas guardada para ella, sea inútil salvarla porque te lo reprochen cuando ya es demasiado tarde. 

Negar la posibilidad de ver otra salida, otras opciones, negar un ejercicio de resiliencia, superación y esfuerzo para salir más fuertes que nunca, a eso se le llama cobardía. Sí, en la vida hay altibajos, momentos en los que cuesta seguir adelante, pero lo que importa son las relaciones humanas, y un gesto completamente espontáneo, un abrazo, una lágrima, una palabra cariñosa dirigida a alguien afligido, poseen un valor en sí. 

Hasta en esos momento de reflexión sobre la vida, cuando se flaquea o se duda, siempre hay algo a lo que recurrir por muy emocionalmente perdido que estés. Cuando se ama a alguien, se le ama por él mismo, y si no hay nada más que darle, siempre se le puede dar amor.

Hubiera luchado y te hubiera protegido de todas las balas del mundo rodeándote con mis brazos aunque mi armadura hubiera sido de papel. 

El libro es duro, reflexivo, descorazonador, pero su historia de amor es como una gran bofetada en la cara, una fría realidad que jamás hubiera creído de no ser porque los futuros distópicos cada vez lo son menos y esa historia, por otra retorcida coincidencia, ya la he vivido.

¿Qué pasaría si supiera la verdad, la que nunca me atreví a preguntar y que dudo que sepa jamás?. Todo se limita a pasado y dolor. Si la vida me diera 10 minutos de una de esas Telepantallas del Gran Hermano posiblemente los 2 minutos del Odio se transformarían en una eternidad de gritos, golpes e insultos y quemaría y borraría todo esto, arrepintiéndome de todas las horas que estoy malgastando en ello. Y eso es lo peor, que nunca me he equivocado y se que ahora tampoco.

Apenas 50 días (muchos más lo sé) y se acabaron la señales. Todos mis miedos se han hecho realidad en apenas un suspiro de tiempo. No voy a hacer más spoilers pero en un momento determinado del libro buscan cuál es mayor miedo de cada persona, a lo que más se teme, para usarlo en su contra. Pensé en cuál sería mi punto de fractura y rendición total; si el vértigo, las telarañas, la muerte, la traición... pero descubrí que por encima de todo eso hay una cosa que me causa aún más pavor:

La vida no se justa, hubiera luchado hasta el final, pero me robaron ese derecho. Al final resultó ser verdad que 2+2 son 5 y que 1+1 nunca fue 1 sino 3.


No hay comentarios:

Publicar un comentario