viernes, 26 de enero de 2024

Capítulo 187: Not Today

-Que nadie hable de qué es la lucha hasta que se consagre en el campo de batalla. 

-Que nadie se vanaglorie de ser un gran guerrero hasta que se enfrente al más inmisericorde de los enemigos.

-Que nadie presuma de una victoria memorable sin haber combatido hasta la extenuación, porque no hay nada de memorable en una guerra y las heridas lastran todas las ganas de cantar.

 

Todos somos vulnerable, todos tenemos miedo ante los retos de la vida y ante lo desconocido. Somos soldados apelotonados en un trinchera, armados con un fusil, esperando el momento en que suene el silbato y se desencadene el caos, la destrucción. Soldados inexpertos, temerosos de la muerte, angustiados ante un destino incierto. Cada uno lucha su propia guerra pero nadie sabe cuándo será la próxima.

Pero hay guerras y guerras. Yo llevo lloriqueando por una nimiedad tres semanas, y a mi lado hay quien ha bajado al barro.

“-Y aquí estamos. En el fin del mundo. Veo oscuridad en ti, y dentro de esa oscuridad unos ojos. Ojos marrones, azules y verdes que cerrarás para siempre… ¿Qué le decimos al Dios de la Muerte?”

“-Hoy no.”

Hay que ser muy fuerte, hay que ser muy valiente, uno no sabe de lo que está hecho hasta que le toca plantar cara al destino. La historia no me es desconocida, es un cambio de paradigma vital, de repente el día se vuelve noche. Un infortunio oscuro y gélido invade cada rincón de tu existencia. No se es fuerte por asumir tu nueva idiosincrasia, se es fuerte porque es un juego que afecta a más personas y no les puedes fallar. Solo la gente con una empatía congénita sabe lo duro que es. No hay nada más difícil que tener que luchar no solo por uno mismo, sino tener que luchar por los demás. Esto implica que la rendición no es una opción, conlleva que aunque tú no puedas más, que aunque quieras dejarlo estar no puedes porque tienes una responsabilidad para con los tuyos. 

Así son los verdaderos guerreros, las grandes princesas arqueras, las amazonas involuntarias que luchan contra enemigos que no se ven, contra demonios que socavan la lucidez de hasta el más cuerdo. Yo he conocido a dos de ellas, dos referentes de mi vida que tengo presentes cuando me ahogo en un vaso de agua. Una la llevaré siempre en mi corazón, la otra la llevo en mi vida. 

Me arrodillo ante ti, en absoluto gesto de admiración y respeto,  por todo lo que eres y representas. Un largo año en que te has enfrentado a todo, sacando fuerzas de flaqueza, que de eso sabes mucho. Has vencido al innombrable, has plantado cara a un sistema que se ha deshumanizado y que ha perdido el sentido inicial de su profesión con detalles absolutamente reprobables y evitables, has soportado perder muchas batallas para poder ganar la guerra, has asumido como has podido el coste físico y moral de seguir adelante, has aprendido por las malas cosas de ti que no sabías, has conocido tus límites y te has asomado al abismo pero has conseguido volver. Has hecho que lo que será tu regalo y huella en este mundo haya crecido feliz y alegre sin secuelas por la experiencia. Has logrado que los que ya te queríamos te queramos aún más, de forma incondicional y sempiterna.

Has cumplido, pagando un alto precio, lo que todos hemos pedido durante este año: que tu enorme vitalidad contagiosa, que tus palabras llenas de compresión y sabiduría, que tu cálida y serena forma de escucharnos y entendernos, que tu inquebrantable confianza en la humanidad y en la imperfección de todos nosotros sigan ahí presentes por mucho tiempo. Mil gracias.

Lloré desconsolado el día que me llamaste, sentí como mío el dolor y el miedo de la noticia, me dí cuenta que, sin serlo, te consideraba ya parte de mi familia. Sufrí cuatro años una lucha muy cercana que nunca nos dio ni un solo respiro, pero ahora, por fin, voy a poder celebrar algo, una victoria que es tan tuya como mía. Y de nuevo vuelvo a llorar, pero esta vez de alegría. 

Estoy tan orgulloso de ti que nada de lo que siento cabría en un post, una parte de mí ahora mismo es tan tremendamente feliz que ha reducido a la nada el resto de mis problemas. Hoy es un día grande, muy grande, tan grande como tú. 

Felicidades Gloria. Not today. Te quiero.    



1 comentario:

  1. Hace casi dos meses de este post y lo he releído, no sabría decirte cuantas veces. Nadie como tú sería capaz de resumir el año de mierda encontrando hasta palabras bonitas para definir lo vivido. Y lo releo para seguir dándome fuerzas, porque una vez vencida la parte física seguimos luchando con la parte mental, emocional y de sensaciones. Gracias por escribirme, por estar y por pensarme. Sé que he estado muy ausente, aunque presente a la vez, es una montaña rusa de vaivenes infinitos. Pero saber qué hay quien se alegra conmigo o en estos momentos por mí, me ayuda a buscar volver a ser quien era, más fuerte, pero quien era. En eso estamos, los dos. T'estimo!

    ResponderEliminar