viernes, 1 de agosto de 2025

Capítulo 247: Crónica de un error anunciado (Prefacio)

Sí, K, la gran K, todo sentido común y sensatez, me lo advirtió: no es buena idea. Una K que nunca se equivoca, que te mira a los ojos y no te engaña, una K que sabe lo que dice. Pero hay otra k, la k minúscula, que es la k que a veces quiero creer que existe, la que igual se equivoca. K me da consejos sabios, me dice lo que no quiero escuchar, lo que no soy capaz de asumir, por lo menos con una pequeña parte de mi ser. La k me dice que es humana, que solo es lo que piensa, que por qué no puede pasar otra cosa. Es la k que escudriña en mis ojos un deseo de escuchar algo que ansío por oír de sus labios, es una k bondadosa, una k amiga que sabe cuando es mejor no decir toda la verdad y darme vida.    

Es la crónica de un error anunciado, pero en mi caída no he encontrado nada donde agarrarme y no me importa caer más profundo. De entre todas mis desvirtudes hay una mayúscula: la procrastinación. Me miro al espejo y me digo: tienes tiempo, pero se agota. Reacciona. Reinvéntate. Atrévete a dar el paso. Y me quedo quieto, mirando. 

No, no he avanzado, no he dado ni un solo paso. Sigo en aquel 29, que ahora que lo pienso fue casi una broma macabra en forma de número, y veo pasar todo y a todos a mi alrededor mientras yo me quedo atrás.

Lo veo en el gimnasio, lo veo en la serie que acabo de terminar, lo veo en cada parte de ese mundo al que intento esquivar porque ojos que no ven, corazón que no siente. ¿Cómo me van a pasar cosas buenas si la poca energía que me queda la destino a causas perdidas? Será el primer paso en mucho tiempo y, además de ser una malísima idea, será algo inútil y estéril, pero como que no he tenido ni una buena idea en milenios creo que necesito ya esa chispa que lo haga saltar todo por los aires. 

Soy consciente de todo lo ocurrido, de ese extraño juego de apariciones y desapariciones como si no fuera importante. Sé que sobrevivo porque no sé de la historia la mitad, porque a la vez que me destroza, creo que me protege en cierto modo con pequeños gestos que considero afrentas. Es muy duro vivir así, debo reunir el valor para decir basta. Pero cerrar la puerta y tirar la llave al mar es como eviscerarme yo mismo.

No soy ni capaz de reconstruirme, sabiendo que soy el único que puede hacer algo por mi mismo. Hoy acabé The White Lotus, la segunda temporada. No deja de ser una serie de gente que está años luz de nuestro mundo cotidiano, tan simple y vulgar. Pero tras todo el lujo y apariencias de vidas opuestas hay una cosa que nos afecta a todos de la misma manera: la estabilidad emocional, los celos, la incertidumbre, la inseguridad personal; el amor y el sufrimiento en todos los sentidos. 

Tal vez sea una historia ficticia, un juego maquiavélico para atrapar al espectador, pero si algo busca esta serie es hacerte sentir incómodo y vulnerable, que te des cuenta que la vida es una lucha constante por sobrevivir, donde si no comes, te comen, donde el más débil es hecho pedazos y nadie muestra lástima por él. Todo es egoísmo y gloria personal. Igual la lección que he aprendido de ella no es la más romántica ni la más legítima o la más recta, pero sí la más práctica para mi situación personal actual: haz lo que debas para sentirte bien. 

Sí K, es un error. No gano nada, pero puedo perder lo poco que me quedaba, mi supuesto orgullo. 

No k, no es un error. Hasta ahora he sido un faro apagado, una cueva sin eco, debo mostrar un poco de toda la luz que he estado ocultando, una fracción que pueda marcar un camino de vuelta.

Sí K, lo sé, no hay camino de vuelta. Nunca lo ha habido ni lo va a haber. Hay viajes que se hacen solo en una dirección, porque la decisión se tomó con tiempo. Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. No preguntes, no averigües, tras ciertas puertas no hay más que más dolor. Da igual un día que 2 años, el tiempo no pasa igual para todos. Da igual un día que 2 años, la decisión era irrevocable entonces y hoy. 

Sí k, lo sé, pero ¿y sí esto es diferente?,¿y si yo me gané el derecho a ser diferente?

K/k, ya no tengo miedo, por mucho que me vuelva del revés y me desestabilice hasta un pequeño suspiro. Voy a cometer el error incluso sabiendo que será como escupir a una tempestad. Ciertas puertas solo se abren en un sentido: pueden salir pero tú no entrar. Lo que para mí pueda significar todo, para el mundo es solo un acto de constricción, un capricho de dama que aprende que puede tenerlo todo y desea comprobar si sigue poseyendo su poder. Pero me niego a creer que mi intuición pudiera estar tan equivocada, pues hay caprichos de amor que una dama no debe tener... peor para el Sol...

Tranquila, este error será el primer paso para poner fin a algo que me ha llenado por dentro de demonios y desdicha. Igual es ese acicate que haga que reúna todas las fuerzas que me faltan hoy para que de mis entrañas salgan las palabras justas que me permitan ser libre. Pagar el precio de una libertad para enfrentarme y poder librarme, por fin, del dolor infinito que da la esperanza ciega y la añoranza, y abrazarme de una vez al dolor profundo que me dejará al marchar lo que no fue y nunca ya será.

Pero hoy no puedo, porque mueve mi sangre, mueve mi mente, mueve mis ganas de ser algo más y es la emoción de mi mundo gris. Puedes hacer lo que quieras, puedes decir lo que quieras, no vas a cambiar mi forma de pensar... FSV



  

  

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