jueves, 16 de mayo de 2024

Capítulo 217: Buena suerte, ángel

Hoy, en lugar de revolcarme en mi propio sufrimiento y escribir sobre cosas que me gustarían que fueran pero que nunca serán, voy a bajar al barro para acercarme a la verdadera dura realidad.

Se llama Merche y, aunque no la conozco mucho, si lo suficiente para decir que hay personas en la vida que no se merecen su destino. Posiblemente ella es la que menos se merece lo que le está pasando. Merche es una gran amiga de mi hermana, y por lo que sé, es de esas personas incondicionales que siempre están a tu lado, pase lo que pase, vivan lo que vivan. Es una persona discreta, de apariencia humilde, de esas que pueden pasar por la vida sin que nadie se fije en ellas, pero de una bondad y con un corazón que destaca sobre todos nosotros. 

Como ya digo no la conozco mucho, pero sí mi hermana, y por lo que me ha contado me basta y me sobra para poder poner la mano en el fuego por ella. Siempre la ha cuidado mucho, siempre ha estado a su lado, en lo bueno y sobretodo en lo malo. Ella y David, una pareja no pareja de lo más peculiar, son como sus ángeles protectores, dos fieles amigos que la han visto crecer y que han hecho de Bea también su proyecto vital. 

Incluso, sabiendo que mi sobrina no podía tener animales en casa, hizo de Puka, su perro, el perro de la pequeña pelirroja. Siempre tan generosa. No sé mucho de su vida pero sí se que no se merece lo que le ha deparado el azar. 

Mi mala suerte es congénita, como si tuviera un imán para las malas elecciones y para que salga cruz en las monedas al aire, pero la suya va más allá de lo racional. Por privacidad no voy entrar en muchos detalles, pero no le ha salido nada bien en la vida: ha tenido que llevar a los hombros los problemas de una familia con mala salud y mala estrella, hasta el punto de tener que abandonar su propio camino para mantener recto el de los demás. Murió su perro hace unas semanas y creo que tampoco ha tenido suerte en el amor y ahora tampoco con la salud. Pienso que lo único bueno que le ha dado la vida ha sido la amistad de mi hermana y una fortaleza y un altruismo inquebrantable ante los embates de su día a día. 

Mañana le operan de un tumor en la cabeza, maligno. Una operación en vivo, despierta, muy complicada y con unas expectativas de éxito no muy altas. Y en lo único que piensa es en qué pasara con su familia si no sale de está o si no sale del todo bien, en quién los mantendrá y cuidará. Hay que ser muy generosa para pensar algo así en su situación. 

No sé que estará pasando por su cabeza ahora, en estas horas previas a la operación. Quiero pensar que sentirá miedo, ansiedad o pena por si cuando todo acabe ya no es la misma que era. Me recuerda a ese ser tan querido, afrontando una batalla muy difícil y de final incierto, y sus ganas de estar desconectada del mundo, durmiendo o con morfina hasta los orejas, para no pensar tanto y evadir su realidad.

Yo sigo con la agonía de estos días atrás, quizás más fuerte e intensa al haber oído lo que ya sabía pero no he podido/querido aceptar, y en cierto modo me siento culpable de estar sufriendo esta horrible ansiedad cuando mi problema es tan ridículo al lado de su guerra. 

Solo quiero desearle mucha suerte. Si algo he descubierto en esta vida es que soy como un generador o potenciador de fortuna para las personas que he tenido a mi lado. La gente a la que he "tocado", de repente, han sufrido una oleada de cosas buenas y de disparos entre un millón que asombrarían a conocidos y extraños. Espero, de corazón, que esa suerte que me es tan esquiva y que transmito de forma tan intensa esté mañana con ella. No pude hacer nada por mi madre, espero que sí por ella, aunque sea en la distancia y desde el pensamiento. 

Mañana, cuando estés tumbada en la camilla y todo empiece, canta, no dejes de cantar, piensa en los tuyos, en los que te quieren y en los que te apoyan, en que la vida, a pesar de ser tan cruel y que no exista la justicia divina, siempre pude pasar lo inesperado y cambiar todo de repente. A mí es lo único que me mantiene cuerdo, la esperanza, que mañana despierte y vea que nosotros lo valemos.  

Merche, ánimo, estoy contigo y te tengo en la cabeza. Piensa que, pase lo que pase, los incondicionales estarán siempre a tu lado porque es lo que hacen los amigos de verdad. Mucha suerte. Te la mereces, ya va tocando. 

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario