jueves, 7 de octubre de 2010

Capítulo 38: Derrota

La derrota deja un sabor amargo. No, no es verdad. La derrota deja un sabor salado. Sal de las lágrimas que has derramado o que, sin derramar, llevas por dentro. Sentirse derrotado es como la sensación de experimentar el más absoluto vacío, el tener un nudo en la garganta que no te deja respirar, es un pregunta sin respuesta, es perder todo y tener que afrontar el después. Es caminar sin rumbo, es ser un extraño en tí mismo.

Y lo peor de la derrota no es el haber perdido algo que, en el mejor de los casos, sabías que te jugabas. Lo peor es que la derrota te hace mirar al pasado con rencor y luego mirar hacia delante para no ver nada. Es la falta de futuro lo que hunde, es un no encontrar fuerzas para seguir adelante.

No paras de pensar en que hiciste mal, en dónde estuvo tu error. Gastas tu último aliento en intentar luchar contra un pasado que no supiste ver en su presente. Intentas hacer acopio de lo que te queda de la gran perdida y te das cuenta que lo peor de todo fue quemar todas tus naves. Claro que eras consciente, jugarte el mundo a una sola carta tiene tanto de emocionante como de temerario, pero lo haces. Tú no pierdes, pierden los demás, eso es lo que dicen, ¿no?.

Ahora te agarras a tu propia sombra. Los más cercanos, fieles a ti hasta en la derrota, lamen tus heridas. Pero el dolor no es pasajero, no entiende de días y de noches, de libre o de ocupado. Te taladra constantemente a la espera que el tiempo y el olvido hagan su trabajo, pero es una herida que cicatriza muy poco a poco, y que el más mínimo suspiro de recuerdo, te la abre sin piedad.

La derrota, tan implícita en el juego, que hasta nos olvidamos que podemos sucumbir ante ella.

Levántate y lucha. ¿Qué no vas a luchar por mí? Lo siento, pero mi mente se ha cansado de obviar todas las espinas que has ido clavando en mi alma, y ya no quiere cerrar más los ojos para no ver que ya no me ves igual.

Aún así, sí, es verdad. Pierde quien no tiene afán de triunfo, quien nunca tuvo fe en su victoria. Hoy soy un poco menos yo.

Frase del día: "Injusta química, obsceno azar" Victor Lars
-Injusta química, obsceno azar...