miércoles, 25 de abril de 2012

Capítulo 99: Yo, mi, me, con libro

1. ¿Libro favorito de la infancia?

"El día de los trífidos" ("El día del trífids", lo leí en catalán) de John Wyndham. Lectura obligatoria muy de agradecer para una mente esponjosa. Miedo le cogí a los cultivos de lentejas que tenía por si me atacaban. Ah, y con mi hermana, uno que nos encantaba era “El gallo y la gallina van a ser reyes”. Lo leí hace poco de nuevo, mientras lo empaquetaba para hacer sitio a los nuevos. No hay nada como revisar los libros de la infancia, alegría y un eterno pesar se apoderan de ti.

2. ¿Qué estás leyendo ahora mismo?

“Nación”, me quedan 10 páginas y no encuentro nunca el momento y “El nombre del viento”, que llevo 10 páginas. Aquí un tío inteligente con dos dedos de frente hubiera encontrado una solución más eficiente al dilema, pero hay cero tíos inteligentes en a mi alrededor y ya no digo en mi propio ser.

3. ¿Qué libros tienes tomados de la biblioteca?

Ninguno, estamos en paces, aunque si me lees, Jordi, sí, aquel libro de Microeconomía que tanto te sonaba y se parecía al que tenías era, efectivamente, el tuyo. Dos piedras capullo.

4. ¿Un mal hábito cuando lees?

Es tumbarme, atusar la almohada, encontrar una posición cómoda y a los 5 minutos me entra la gula. Leer mientras picoteo me encanta. Cuando lo que tengo cerca es chocolate, las cosas se complican. Muy mal hábito, si señor.

5. ¿Cuál es el último libro que tomaste de la biblioteca?

Solo recuerdo haber usado libros de la biblioteca para hacer trabajos de Historia del Arte y apenas te dejaban sacarlos. El tráfico de fotocopias de los templos de la Acrópolis de Atenas se convirtió en un negocio de lo más rentable.

6. ¿Tienes un e-reader?

No gracias, that don’t impress me much... ah ah ah ah aahhhh

7. ¿Prefieres leer un libro a la vez o varios?

De uno en uno, no sé desdoblar mi visiones imaginarias sin que acaben mezclándose extraterrestres con campos de Castilla. Soy tío y de los limitados. Dadme un respiro, recorcholis.

8. ¿Tus hábitos de lectura han cambiado desde que tienes un blog?

Definitivamente no. Leo pocos blogs y dedico poco tiempo al mío.

9. ¿El libro que menos te ha gustado este año (hasta el momento)?

“Nación” no es lo que esperaba, pero no es malo, es que yo siempre espero mucho de todo lo que viene de mister T.

10. ¿El mejor libro que has leído este año?

Uhm, alguno de Pratchett, fijo. (Respuesta corta y pega del meme original que copié para responderlo yo mismo)

11. ¿Puedes leer en un bus?

Me encanta leer en el bus, es mi sitio favorito. Y sentado de espaldas a todo el mundo.

12. ¿Lugar preferido para leer?

Me anticipé. Bus, metro y cama. Leer equivale a momentos de máxima abstracción, y máxima abstracción equivale a lugares que me conduzcan a sitios distintos mientras mi mente se deja llevar. La cama igual a desconexión total del mundo.

13. ¿Qué piensas acerca de prestar libros?

Para mí implica perderlos. Tengo mala memoria para recordar a quién los presté y cuál presté. Pero a veces lo uso como excusa para tener un vínculo con esa persona: que me lo devuelvas implica volver a verte una vez más.

14. ¿Alguna vez escribes en los márgenes de los libros?

En los libros no se escribe. Para eso tengo siempre mi libreta de las Ideas Huérfanas donde adopto todo lo que merece una segunda vida o ser recordado más de una vez.

15. ¿Ni siquiera en los libros de texto?

Repito, en los libros no se escribe. Segundo aviso.

16. ¿Cuál es tu idioma preferido para leer?

Castellano aunque un buen libro en catalán hace que me olvide en que idioma lo leí. Quiero a mamá y papá por igual.

17. ¿Qué te hace amar un libro?

Su capacidad de hacérmelo vivir, de representar mentalmente  lo que leo sin darme cuenta. El que me haga sonreir, llorar o decir “qué gran frase, como me hubiera gustado haber sido yo su autor”. Los segundos de felicidad intensa o de tristeza cuando leo la última frase y cierro el libro y me quedo en silencio disfrutándolo o echándolo de menos. El “volveremos a vernos” cuando lo dejo en la estantería como quién ve partir a su mejor amigo.

18. ¿Qué te inspira para recomendar un libro?

El que me guste y el que, sin pensarlo, me salga automáticamente qué persona de las que conozco disfrutará tanto como yo de ese libro. Si recomiendo un libro a alguien es porque sé que le va a encantar. No todos mis libros favoritos los he recomendado a las mismas personas.

19. ¿Género favorito?

Histórico, ciencia ficción o novelas a grosso modo. Y me encantan los libros con diálogos. Un buen diálogo en cualquier tipo de novela la hace más amena y me hace meterme más en el libro. Admiro mucho a los que son capaces de escribir algo tan difícil como es un diálogo fluido, tal vez porque yo soy nefasto en eso. De todas formas, los libros de batallas o las autobiografías de según que personajes me gustan tanto como las obras maestras de ese británico del que no sé si alguna vez os he hablado.

20. Un género que rara vez leas (pero que te gustaría leer más).

Pocas veces me salgo de mi vereda. Igual un día, tal vez, quién sabe... me dé por leer a Corin Tellad... naaaaaaa.

21. ¿Alguna vez has leído un libro de autoayuda?

Yuyu, yuyu... tengo una capacidad nula para autoayudarme. Me aburre soberanamente que me digan qué debo hacer.

22. ¿Libro de cocina favorito?

Mira que he regalado libros de cocina, pero no he pasado de ver sus cuatro fotos y al poco pensar: “lo que hace la mama está mas bueno y no requiere de esos ingredientes tan chics ni de esa decoración surrealista que ni se come ni na".

23. ¿El libro más inspirador que hayas leído este año (ficción o no ficción)?

Vacante hasta el momento. Mi ánimo lector anda lost in translation, como el resto de mi ser.

24. ¿Snack favorito para leer?

Chuches de todo tipo que voy seleccionando de más apetitosas a menos y las dejo en mi boca hasta que se derriten aburridas. Patatas y chocolate a la vez, frutos secos de todo tipo, ganchitos, fuet, galletitas saladas, palomitas. Todo lo que implique mezcla de sabores y se pueda llevar a ... nada, definitivamente me doy cuenta que lo que me falta por comer mientras leo es un pollo en pepitoria o sopa.

25. ¿Qué tan a menudo estás de acuerdo con las críticas de los libros?

No leo críticas, ni antes ni después. Como que solo tengo internet para ello, temo a los spoilers como las gallinas a las celebraciones gitanas. Además, un crítico piensa que su crítica será más valorada cuanto más cruel y negativa sea, como sí así tuvieran más criterio literario.
Y sinceramente, para llamar mierda libro a algo ya estoy yo, no necesito la confirmación de un fulano gafapasta. Por cierto, ¿puedo hacer una crítica a la redacción de la pregunta?.

26. ¿Cómo te sientes cuando tienes que escribir una reseña negativa?

Como se suele decir, si no tienes nada bueno que decir de algo, mejor cállate. Y si me insisten mucho, con no recomendarlo y decir “a mi no me ha gustado”, tengo suficiente. A menos que sean libros de estos en plan Best Sellers de encargo para la ocasión, que si tengo que decir que son “una puta mierda” lo digo y me quedo tan ancho.

27. Si pudieras leer en un idioma extranjero, ¿cuál sería?

Si pudiera leer en un idioma extranjero querría decir que lo conozco, con lo que me daría igual cual fuera. Esta pregunta ¿quién la ha hecho?¿Dan Brown?¿Ana Rosa Quintana?¿algún famoso con ganas de vender en Sant Jordi aprovechando el tirón? Porque ole sus ...

28. ¿El libro más intimidante que has leído?

Corta y pega, corta y pega. “La Larga Marcha”, solo que a mí me duró más de una tarde y media. Cada vuelta de la uni en metro hacía que mis calcetines se dedicaran a torturar a mis pies como tuvieran la culpa de su superflua y olorosa vida. Fui tan cabrón que recomendé a una amiga que se lo llevara para leer en el Camino de Santiago y no me hizo caso. Ahora que lo he vivido yo, doy gracias porque no lo hiciera, no le deseo ese sufrimiento ni a mi peor enemigo... oye Cristiano Ronaldo, ¿tú sabes leer?.

29. ¿Un libro tan intimidante que te da miedo comenzarlo?

Ninguno me intimida lo suficiente para no leerlo, pero hay algunos que ni golpeándome con ellos a cada hora en punto les haría ni el más mínimo caso. Soy un morboso, ójala hubieran libros intimidantes de verdad para deshojarlos como una margarita con alma de stripper.

30. ¿Personaje de ficción favorito?

El problema de robar memes a mi hermana es que se me puede acusar de plagio en 12 de cada 10 preguntas. Corta y pega. Sherlock Holmes como ya dije en uno de mis anteriores post. John Silver por lo que me descubrió, la banda de increibles compañeros de armas del señor Hassel (Porta, Hermanito, El legionario... sigo con la duda si fueron reales o tan solo de ficción), todos y cada uno de los seres de Mundodisco, empezando por el mago que primero huye y luego pregunta hasta los fantásticos locos de piel azul y pelo pelirrojo que solo saben robar y pelear (Nac Mag Feegle). Admiración absoluta por Tuff, el más que seguro alter ego de G.R.R Martin, todos los protagonistas de “Canción de Hielo y Fuego” de los que me enamoré y que él pasó por el filo de alguna espada maldita para hacerme la puñeta y finalmente Bernie Gunther, un detective de los más peculiar de la trilogía “Berlin Noir”. Ah, ah, ah, ¿puedo hacer hueco a Ian Malcolm de “Jurassic Park”? Alucinante. Chapeau por Crichton.

Iba por la pregunta 40 y algo y de poco me hago cruces por olvidarme del personaje entre los personajes para mí. Un día vendrá a buscarme y lo esperaré con alguna frase ocurrente a ver si me da algo de tregua, aunque negociar con Bill Puerta es harto complicado, no pilla mucho el sarcasmo ni la ironía, o la pilla demasiado bien.

31. ¿Villano de ficción favorito?

Para mí, un villano que lo es sin serlo y me encanta es Lord Vetinari, un manipulador de mentes de lo más peculiar en el Mundo Bola. Pero sin dudarlo, y siendo el mil millonésimo corta y pega, Victor Lars y su injusta química, obsceno azar. Nunca un villano ha merecido tanto mi aprobación como en este caso. Casi 100 entradas son mi homenaje.

32. ¿Libro que es más probable que lleves a las vacaciones?

Se me ocurrió llevar un regalo, “El nombre del Viento”, al Camino de Santiago, y lo único que le permite ser todavía una historia ordenada y unida por el lomo y no ser otro montón de piedras en el camino es eso, que fue un regalo. El gachón debía pesar como 300 gramos el primer día, el último, kilo y medio. Tengo que aprender de la inteligencia de los seres de las tierras del Norte. Un danés se estaba leyendo “Los pilares de la tierra” y partió el libro literalmente por la mitad para no llevar tanto peso. Cuánto nos queda por aprender... ¡cuánto!

33. ¿La mayor cantidad de tiempo que has estado sin leer?

Medio año, tal vez más. Mi vida va a fases, y cuando me meto en algo, le dedico exclusividad total, incluso para los malos hábitos o las perdidas de tiempo.

34. Nombra un libro que no pudiste terminar.

Ignacius Reilly me recuerda siempre que no puede con él. Tengo también por ahí, muerto de asco, “Sunset Park” de Auster. Cuando un regalo no es para ti, no es para ti.
Ah, y el “Quijote”. En serio, ¿quién se ha leído el Quijote de verdad alguna vez, a parte de William Faulkner que decía que él se lo leía cada año como quien se lee la Biblia?.

35. ¿Qué te distrae fácilmente cuando lees?

El ruido si la historia es voluble o le cuesta atraer al lector. Y cuando la historia es realmente absorvente, mi propia imaginación. Construye mundos a una velocidad sorprendente y tiende a correr más que la propia narración. Me quedo embobado en las imágenes y decorados que creo a partir de lo que leo. ¿Se puede ser más tonto?.

36. ¿Adaptación favorita de un libro?

Sin duda Sherlock, y no por lo fiel que pueda ser respecto a los libros, sino por la calidad de su actualización. Pocas veces se adapta bien un libro a una película o serie, pero menos se le hace ganar enteros en el cambio. Igual es un poco injusto porque resumir 500 páginas en una hora y media decepcionaría a cualquiera, y en caso de Sherlock es al revés, una hora y media para una historia de puede que no llegue en ocasiones a las 100 páginas lo tiene más fácil. “El silencio de los inocentes” tampoco estuvo mal.

37. ¿La adaptación que más te decepcionó?

“Jurassic Park” y “El mundo perdido” pierden mucho respecto a los libros. A más de uno le sorprendería leérselos y descubrir que son dos novelas fantásticas, llenas de ritmo y datos la mar de interesantes. No recuerdo más adaptaciones, cosa que demuestra que lo realmente malo ha sido exiliado de mi cabeza.

38. ¿La mayor cantidad de dinero que has gastado en libros de una sola vez?

Hubo una época en que me los comproba a mares, casi semanalmente caían dos o tres libros. Justo donde duermo, en la estantería que tapa parcialmente mi cama, hay una colección de etiquetas con el precio y título respectivamente, de todos los libros que adquirí en esa etapa. Calvin&Hobbes se llevaron gran parte de mi presupuesto.

39. ¿Qué podría causar que dejaras un libro a la mitad?

Su lentitud, unos personajes insoportables, por odiosos o por vacios, historias que no arranquen, experimentos de literato con altos humos que pretenda hacer un producto exclusivo para mentes prodigiosas y puristas, o como pasó con el egocentrista señor Coelho, que vacile de sí mismo en uno de sus libros. Jamás volveré a comprarle uno, y algo peor, ni me molestaré en leerlos.

40. ¿Te gusta tener tus libros organizados?

No soy de los que tienen que tener todos los libros por orden de aparición según su fecha de publicación o con el título del lomo mirando hacia el mismo sitio (hay gente así... sí, sí, sí, hablo de ti, my kartoffen friend), pero si me gusta tenerlos juntos por autor, editorial o temática. Me gusta ver el dibujo de la orografía del mapa de mi biblioteca y tener los más queridos a la vista.

41. ¿Te gusta quedarte con los libros o darlos una vez que los leíste?

Si un libro me gusta, en mayor o menor medida, me gusta tenerlo. No soy de darlos, me gusta ver libros, mis libros, a mi alrededor. Se que pocos serán leídos por segunda vez, pero me gusta tenerlos por si acaso. Curiosamente, mis tres libros favoritos, uno es regalado de segunda mano y ahora está prestado, el number one, el único que he leído dos veces, ni siquiera lo tengo, y el tercero hace compañía a este primer libro, que creo que sigue oliendo a vino tinto.

42. ¿Hay algún libro que hayas estado evitando?

Dejando al margen autoayudas, pseudolibros escritos por encargo con visión comercial y Harry Pencas y Crepúsculos del montón, no. Releyendo la respuesta, mi no es un sí como una casa, lo dicho, de criterio, cero.

43. Nombra un libro que te haga enojar.

Enojar no lo sé, pero Biblias y manuales de uso de religiones varias me suelen poner de mala leche. Primero por el uso variado que se les suele dar según quien lo lea y segundo porque la temática “Religión” me parece poco descriptiva para definir esos libros. ¿Ficción histórica en prosa de autoayuda selectiva romantico-afectiva y lectivo-inquisitoria? Les comentaré mi idea los libreros a ver si con el Dymo pueden hacer etiquetas tan largas para sus estanterías.

44. ¿Un libro que no esperabas que te gustara pero que te gustó?

“Rimas y leyendas” de Gustavo Adolfo Becquer. Creía que no me gustaba la poesía y me dí cuenta que lo que pasa es que me gusta solo la poesía realmente buena. Momento yo confieso: me obligaron a escribir en el libro en el instituto, y no me quedó otra que hacerlo... pero prometo que lo hice flojito, no le dolió apenas...

45. ¿Un libro que esperabas que te gustara pero no te gustó?

No suelo empezar con grandes espectativas ningún libro, así que no me decepcionan. Además, quienes me los recomiendan son personas que me conocen muy bien y las posibilidades de fallar son mínimas. Esta respuesta demuestra que soy poco lector, ni siquiera me he decepcionado por estadística.


Frase del día: "¡Ole lé, ola lá...!" (Al la la la laaaaaaaaaa)
-Hoy más que nunca, con mis colores hasta la médula.

lunes, 23 de abril de 2012

Capítulo 98: Sant Jordi History X

Cuenta la leyenda que, no hace muchos tiempo, existía una pequeña y prospera ciudad que vivía desbordante los primeros años del boom de la construcción. Era una ciudad feliz y humilde, pero poco acostumbrada a los lujos y al consumo desmesurado que provoca la llamada del dinero fácil.

Como pasa siempre en estos casos, la gallina de los huevos de oro tenía pocos patrones. La fiebre del nuevo rico empezó a extenderse entre determinados individuos de la comunidad y comenzaron a aflorar las primeras envidias y resquemores entre vecinos. La sensación de una vida fácil se instaló en las mentes de unos habitantes que, hasta el momento, vivían felices una vida basada en el esfuerzo y en los pequeños placeres de un mundo al margén de necesidades superfluas.

Y aquella ciudad otrora unida y ejemplar, se convirtió en una especie de caja de Pandora con todos los males en estado latente a la espera que alguien desatara su contenido. Y ese brazo ejecutor llegó en forma de monstruo empresarial con ideas revolucinarias y hábido de carne fresca.

Se instaló en la ciudad Dra&Co Tv, una potente corporación de televisión famosa por sus contenidos de dudosa calidad. Con una linea editorial del todo vale y ejecutivos en busca de víctimas propicias para exprimirles hasta la última gota, empezaron a extender sus garras por toda la ciudad.

La promesa de la fama y de una carrera fulgurante atrajo, año tras año, a jovenes vírgenes en el medio y sin estudios que querían triunfar de forma rápida en televisión. La gran Dra&Co las iba fagocitando lentamente a sus presas hasta no dejar en ellas ni el más mínimo rastro de orgullo o dignidad, para después dejarlas caer en el olvido y buscar nuevas víctimas a las que devorar.

Y la ciudad se iba quedando sin futuro ni sus jovenes sin que nadie moviera un dedo, ya que ¿a quién le podía importar que les pasara a cuatro inocentes chicas de familia tan humilde?. Tampoco se perdía tanto.

Hasta que un día llamó la tentación a la puerta de la hija del alcalde. Siempre había sido la niña mimada de la familia y había tenido todos los caprichos que podía imaginar (y más desde que se rumoreaba que su padre flirteaba con la corrupción y recibía suculentos sobornos al hacer la vista gorda en la recalificación de ciertos terrenos rurales), pero, ¿de qué sirve tener dinero si nadie te conoce ni te puede envidiar por ello?.

Creyendo las promesas del gran monstruo televisivo fue rodando de plató en plató soñando con ser la reina del papel couche. Pero ni el dinero ni ser hija de quien era evitó que empezara a convertirse en otro juguete roto en manos de gente sin escrúpulos que lo quemaban todo por la audiencia.

Y cuando todo parecía perdido para ella, enfundado en un elegante traje hecho a medida y armado con el código de leyes y su Montblanc de edicion exclusiva, apareció de la nada un caballero andante perteneciente al buffet de abogados más prestigioso de la ciudad. De forma altruista y lleno de valor, entabló una lucha feroz contra el malvado monstruo televisivo.

Fue una lucha sin tregua y, tras complejos pleitos, de una certera ondanda de demandas por claúsulas laborales abusivas e incumplimiento de obligaciones contractuales, el caballero desangró, a base de indenmizaciones, a Dra&Co hasta su muerte.

Cuenta la historia que el valiente abogado consiguió rescatar a la princesita de papa sin que hubiera tenido tiempo de salir desnuda en la portada de ninguna revista de hombres y que, el lugar donde moraba el despiadado monstruo, se convirtió en un gigantesco centro comercial con cines, tiendas, restaurantes e incluso floristerías.

También cuenta la historia, aunque eso en más bajito, que el alcade y toda su tropa de secuaces sacaron suculentos beneficios con los permisos de construcción de ese nuevo macro centro comercial y que el “bondadoso” caballero consiguió un importante puesto como agobado en la alcaldía. Se rumorea a su vez que, le fueron tan bien las cosas que pudo fundar su propio buffet, S.J Abogados, especializado en temas de urbanismo. De la hija poco se sabe, lo último que se le relacionaba sentimentalmente con un gordito buscavidas con ojos de chincheta.


Tal vez la leyenda no sea cierta, pero si es verdad que es tradición, en el día de Sant Jordi, regalar una rosa a la mujeres para recordarles que, a ojos de quien las queremos, son las verdaderas protagonistas de nuestras vidas. Además, también es tradición regalar un libro para recordar a todo el mundo que la cultura es el mejor arma contra los monstruos de la mediocridad y que el conocimiento es la clave de toda superación personal.


Frase del día: “Saber y ganar” (San Jordi Hurtado)
- Tal vez, el gran caballero justiciero fuera él, que aunque muerto (porque ese tio está muerto), es el único que lleva luchando 15 años por hacer que la cultura sea la verdadera tradición.

viernes, 20 de abril de 2012

Capítulo 97: Un escándalo en Belgravia

Todos tenemos el recuerdo de nuestro primer libro, aquel que leímos y nos hizo sentir, por primera vez, auténticos lectores. Por fin dejabamos atrás relatos descafeinados, cuentos con más ilustraciones que letra o historias edulcoradas que no nos hacían pensar mucho en por qué las viejas acababan en calderos mágicos o qué culpa tenían las perdices de la felicidad ajena.

Mi primer libro fue "La Isla del Tesoro" de Robert Louis Stevenson. Un libro en el que conocí a John Silver el Largo, ese primer personaje granuja y malandrín pero con mucho encanto,que nos hace reflexionar que, entre lo bueno y lo malo, lo blanco y lo negro, hay toda una gama de grises que pueden definir la idiosincrasia a una persona. Entonces empiezas a descubrir libros que siempre estuvieron ahí y lo primero que haces es, de forma infantiloide, mirar el número de páginas que tiene. Cuanto más gordos, mayor es el reto. Te sientes adulto. 200 páginas, ¡qué barbaridad!.

Y así, saltando de lecturas obligatorias del colegio a libros para adolescentes donde te metías en la piel de jovenes intrépidos que intentaban descubrir misterios francamente poco misteriosos, cayeron en mis manos las obras completas de Sherlock Holmes, de un tal Sir Arthur Conan Doyle. "Otro investigador con imán para los casos rocambolescos, genial...pffff", me dije. Eso sí, tres volúmenes de casi 1800 páginas en total  por leer, eso puntuaba triple en el camino a la madurez.

Total, que como los veranos de un chico tímido suelen ser muy largos, me tome la lectura de los tres tomos con mucha filósofía y varias jarras de Tang Limón bien fresquito.Y caí ensimismado.

Pasaron las hojas, los capítulos, los libros y ni me enteré. Mi mente quedó totalmente influenciada por la magia de un personaje realmente inteligente, tan ecléctico, tan lleno de matices, vicios y virtudes. Intenté hacer mío su don de la observación, su capacidad de razonar y deducir, de leer la realidad con tan solo un vistazo, el no renunciar nunca a la posibilidad de saber de todo un poco por lo que pudiera ocurrir.

Esos libros, de segunda mano y que me quisieron regalar y rechacé por ser un regalo sumamente valioso, me sirvieron como punto de partida para desarrollar mi insufrible curiosidad por las mil y una chorradas que se cruzaban diariamente en mi camino y para tener claro que el cerebro es una biblioteca con un espacio finito que no tiene las paredes de goma, con lo que hay que saber qué recordar y qué olvidar.

Y hace poco, naufragando por el insondable mundo de la TDT, me topé de bruces con una serie de la BBC llamada "Sherlock". Era bastante escéptico respeto al resultado porque había oído que era una versión moderna de un Sherlock Holmes con móvil en un Londres actual, y claro, tras las apestosas películas sobre su figura, perpetradas sin rigor y con nocturnidad y alevosía, estaba para pocas gaitas.

Pero no, albricias, la serie ha resultado ser un maremagnum de gratas sorpresas, guiños a los fans y actualizaciones/reconversiones magistrales de sus personajes. Un Mycroft clave, estirado y frío, un Watson paciente y sensato, un Moriarty que se ríe de nosotros al ver nuestra reacción al descubrirse, todo sublime. Y sin tiempo para salir de mi asombro, llegó el momento álgido con el episodio "Un escándalo en Belgravia". Lo he visto seis veces, en inglés, catalán y castellano, y gana enteros según lo reviso una y otra vez. Una versión incluso mejor que el relato original, "Un escándalo en Bohemía", donde aparece Irene Adler, THE WOMAN (con mayusculas), convertida en una dominatrix maquiavélica a la que más de uno nos gustaría sufrir y que embota los sentidos.

Una trama ágil que no da tregua, giros y contragiros de guión constantes, diálogos ocurrentes, personajes hieráticos que chocan entre sí una y otra vez. Un capítulo que bien podría ser una película y que te deja boquiabierto, con el alma en vilo until the last hush... ¡Uoh!

De mi viejo Sherlock, ese personaje que en mi cabeza era un hombre seco y puro nervio, con un ligero olor a naftalina y tabaco de mascar, nariz aguileña, ojos hundidos pero vivos, consumido por el dolor y la morfina, con voz suave aunque firme e imperativa, y paso a una versión más arrogante del mismo, mucho más joven y vivaz, diligente, obsesivo y neurótico, lleno de flaquezas, insensible en el trato social, seductor sin proponérselo y muy gestual y expresivo cosa que lo humaniza y potencia su vertiente más cómica. Se redibuja ante mí una versión inesperada del detective (asesor) pero digna de mis más altas espectativas.

Dicen que en sus manos se ve el reflejo de las mías y con ello siento aún más cercanía hacia su figura, cosa que me hace vivir este reencuentro con más intensidad. Pero a su vez no logro reprimir una cierta añoranza de la inocencia de ese crío que fuí y que abría por primera vez aquel libro para perderse en la magía de unos personajes que le hicieron disfrutar por primera vez de la lectura con algo tan inesperado como es un Estudio en Escarlata.


Frase del día: "Un mes de mayo lleno de misterios" (Alocked)
-El look del blog este mes está dedicado Sherlock Holmes, a los enigmas, a la atracción irracional y todos los que estamos bloqueados. Tal vez alguien tenga la clave. ¿Let's play? Tienes un intento.