Iba a ser este día cuando me vaciara y escribiera 20 poemas de amor y una canción desesperada. Iba a regalarte muchas cosas, todas valiosas para mí, para ti, tal vez, innecesarias.
Pero 9 palabras desangeladas han humedecido mis ojos y secado mi alma. No por esperado el vacío y la decepción es menos dolorosa.
Te iba a contar mil cosas que no podía decirte, recopiladas en todo este tiempo, salidas de lo más profundo de mi ser, cosechadas de todos los campos que he recorrido, tan solo para cubrirte de oro y estrellas.
Pero con la indiferencia has vuelto a hacer sangrar a un perro que ya estaba muerto, un saco de huesos y piel que seguía esperando en la puerta de tu casa. Yo soy como los animales, que no entienden de traiciones, de juegos perversos y desapego. Yo sigo mirando con los mismos ojos que el primer día, entristecidos por no entender por qué te has ido, sin mirar atrás.
Te he regalado 100.000 palabras de forma interrumpida, mi devoción y mi integridad absoluta. No debía ser amor del bueno el que tardó en olvidarla 19 y 500 noches, pero yo ya no puedo más.
No puedo seguir con esto, no puedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario