martes, 1 de enero de 2013

Capítulo 126: Un lunes, un martes

Se acabó el lunes, ya es martes en la Vila del Pingüino. Y ya. Hay años que parece que las cosas no cambian tanto, son solo pequeñas transiciones de un día al otro pero con fanfarrias de fondo y el glamour que da el cotillón y el confeti.

Parece que fue ayer cuando se acabó un año de calendario y hoy somos los mismos pero un poco más pobres. La cuestión es que lo celebramos: venga esa copita de cava que nos suben la luz, la gasolina, el pan, los peajes, el transporte, la tensión y las ganas de iniciar una revolución para no dejar piedra sobre piedra.

La cuestión es que brindar por un año más siempre es un alivio. Por suerte hemos sobrevivido a la profecía maya, aunque el que sepa distinguir entre un maya, un inca y un azteca que tire la primera piedra. También hemos sobrevivido a la sangría que nos provoca el sistema corrupto de politicos y banqueros, otros que intentan que se acabe el mundo a ritmo de sacrificios rituales entre los más de desfavorecidos de la sociedad.

Por suerte, como Itzam Ná aprieta pero no ahoga, no todo son malas señales y siempre queda un hilo de esperanza. Seguimos celebrando el primer nacimiento del año y no el último espichamiento, siguen poniéndonos los especiales de fin de año y refritos de hace dos lustros para que recordemos que tiempos pasados fueron ilusamente mejores y continuamos haciendo propósitos bienintencionados pero poco prometedores, para alegría de gimnasios y centros de estética.

Somos realmente curiosos. Ante mierdas de año como este pensamos que un martes será mejor que el lunes precedente porque una campana suene 12 veces. Para los no creyentes es como un chute de religión, ya que esperamos que un poder superior, en forma de año nuevo, nos de la convicción y fuerza necesaria para tener fe en el futuro. Agnósticos por naturaleza, supersticiosos por simpleza.

Oye, ¿y por qué no? Yo me creí que el número de pepitas que tengan las uvas que te comas será el número de la suerte durante el año y el día que has de salir a buscar pareja. Me metí las uvas en la boca una a una y solo las masticaba para hacer sitio a la siguiente, sin tragar ni media. Solo quien haya intentado hacer algo así será consciente de la dificultad/gilipollez que resulta. Tardé 4 minutos en comérmelas, tras sacar pepita a pepita de la masa verde que me estaba ahogando. Averiguar que el número 27 era el afortunado me costó las felicitaciones familiares más subnormales y balbuceantes de la historia y la constatación final para mis padres que tener un hijo con dos carreras no quiere decir que no sea más tonto que Pichote.

(Después de esto estoy seguro que el 27 de cada mes no habrá mujer sensata que se atreva a salir a la calle)

El año nuevo también ha servido para dejar claro que la gente es más cariñosa y cercana siempre y cuando no cueste un duro felicitar a su entorno. Esto si que es para hacérselo mirar. Whatsapp or not Whatsapp, this is the question.

Pero es año nuevo, es una nueva hoja en esa libreta que no tiene las páginas contadas. Es el momento de llenarla de ideas y buenas intenciones antes de que el Grinch de la realidad se lleve de un plumazo el subidón de espíritu positivo.

A la gente con la que cuento se lo dejé claro antes de acabar el año y por lo que a mí se refiere, en 2013 no pienso pedir más que una cosa: SUERTE.

Mira, te lo voy a dejar muy claro, cabrona resbaladiza y esquiva de los cojones, estoy aquí. No me digas que te busque porque me vacilas y te escondes detrás de mis enemigos para hacerme burlas, no me digas que invierta en ti porque puedo peinar un desierto con mi esfuerzo para encontrarte y si te sale de los huevos estarás justo debajo de la única piedra que no levante. No me digas que ya te tengo porque no eres tú, necesito la suerte que hace sentirse vivo y prosperar a las personas, no solo la que permite sobrevivir. No me vendas la moto de la salud, el amor y el dinero, porque sin ti todo eso es como un edificio sin pilares o la guarnición un plato de diseño, algo meramente testimonial que no se soporta sin tu presencia.

Ven deprisa, despacio, de golpe o en pequeños plazos, ven de día o de noche, rózame o date de morros contra mí como una ola gigante, pero ven. No te voy a monopolizar, no voy a beber tu sangre hasta dejarte seca y no te voy a vender al mejor postor. No te voy a pedir deseos ni te voy a usar caprichosamente. No te voy a exigir que soluciones mi vida, solo que me acompañes puntualmente, el trabajo duro lo haré yo. Pero ven, hija de puta insensible y remolona, y deja sonreír de fondo, que me pones el vello de punta.

Sabes cual es mi puerta, puedes pasar sin llamar, te presentaré a unos familiares y amigos, que también disfrutarán con tu presencia. Déjame regocijarme por haberte encontrado, haz que reviente los tablones de mi cama de los saltos de alegría, dibújame una sonrisa que solo mis orejas puedan ponerle límite, prometo no ponerte en Facebook para exhibirte o desesperación de los demás. Ven, arranca mi coche, empújalo lo suficiente para hacerlo avanzar y prometo donarte antes de abusar de ti y volverme como un gilipollas de esos que tanto odio. Ni se te ocurra decir que te has perdido, que no encontraste mi dirección, que no te llegó nunca el mensaje. Ni se te ocurra no responder, sobre todo no hagas eso.

Si vienes prometo aprender a cerrar puertas. Es una promesa de año nuevo, lo sé, pero esta la cumplo aunque me deje el alma en ello. ¡Cumple ramera babilónica, hostías ya! (perdón...)

Esta madrugada me fui a dormir al son de gente que tenía demasiado sueño como para soñar despiertos, de canciones que marcaron el paso de mis años, de Amigo Felix cuando vayas al cielo, Janette o Roberto Carlos cantando en Do Tristor, y en una espiral de morriña incontenida acabé sonriendo en lo que será, para siempre, un momento que para mí vale una vida. More than this, for me is nothing. Feliz martes, feliz 2013.



 
 Frase del día: "Tú no eres la culpa de lo que pasa, tu eres el motivo de nuestra felicidad, nuestro pegamento. Te queremos" (Message in a hand)
-Esto era lo que decía, little fle.

3 comentarios:

  1. La littel fle, que de littel tiene poquico, pero que bien, que mola.2 de enero de 2013, 0:13

    Al final, cuando dijiste que se lo ibas a poner en la frente, lo leí a hurtadillas. Y luego le mandé un sms (De los que se pagan, que tienes más razón que un santo en la facilidad que da lo gratis) diciéndole que mi hermano tenía toda la razón del mundo. Y es verdad, tenemos un pegamento que vale imperios, todos. Ojalá la suerte te acompañe y ojalá resolvamos el problema, el nuestro. Y cómetelehelao, porelamordedior, que tuve que dar mil vueltas por el pueblo pa encontrar Hagen de Chisqueicstrauberri desos y unos sticks que llevan de todo menos ketchup pero que están quiticagas de ricos! Y que te quiero, jódete. Y Feliz y suertudo año.

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  2. A estas horas de la noche, medio helado me pertenece por cercanía en el congelador y el otro medio por gula astronómica (cucharadas luz), no creándose ni destruyéndose, sino transformándose en energía para yosear un rato más. Moltes mercés, o muchas merches como querría Wertolín. Un nuevo año, un año distinto, paso a paso, se hará el camino. Vuelve y te cedo la parte de la fresa y la galleta, que mola mil, como dirías tú. Cabronauer (esto es gratuito, me apetecía)A partir de ahora, to güeno.

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  3. Hoy es 31 de enero y quiero pensar que el 2012 ha tenido 13 meses en lugar de los 12 de rigor, así que acabo de decidir que es ahora que empieza el 2013 para mí. Podría equiparar la resaca de sueño que tengo hoy con la que tendría cualquier persona de esas normales que salen a festejar en fin de año. Anoche acabé quitándome toda esa carga que no pude aguantar más llegado un punto y que por falta de valor me hizo apartarme de ti en lugar de afrontarla. Esa egoísta idea que te expliqué de perderme del todo como último intento de que no borrases los buenos recuerdos o momentos que podrías haber creado conmigo. Me he equivocado mucho, y te he fallado más, e inesperadamente e inmerecidamente tú me has dado la lección de mi vida haciendo un esfuerzo magnánimo por entenderme, ya sólo que me hayas escuchado es más de lo que merecía. Te escribo esto porque es tu post de año nuevo, porque ese día 1 de enero del calendario normal me tragué la felicitación que deberíamos haber compartido y supo a mil rayos amargos. Así que si me lo permites, cogida de esa mano que me has tendido ayer, intentaré que, a partir de ahora, sí que sea todo bueno, "to güeno". :*

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