sábado, 21 de enero de 2012

Capítulo 78: Mentiras

"Que las verdades no te tenga complejos, que la mentiras parezca mentiras". Así dice una canción de Joaquin Sabina que oí hace años pero que sigue muy presente en mi cabeza a día de hoy.

He reflexionado mucho sobre estas dos frases de un tiempo a esta parte. No sé si es la vida, la experiencia (las malas experiencias) o que las personas con el tiempo nos volvemos urañas e inseguras, pero es verdad que al final somos como ese gato, viejo y arisco, que a base de mordiscos y cicatrices, acaba sabiendo verlas venir.

"Que las mentiras parezcan mentiras". Desead eso siempre en vuestras vidas puesto que las mentiras no son más que un traje de lana hecho con prisas. Siempre cuelga una pequeña hebra de la que se puede tirar. Muchas ocasiones hay que saber mirar para encontrarla, en otras en cambio, hay que tener valor para verla y realmente querer tirar de ella. Porque, una vez se empieza, la hebra se convierte en un largo hilo y ese largo hilo en madeja. Cuanto más se tira, más desnuda dejas a la persona que se oculta entre mentiras.

Pero a veces no queremos ver el engaño, no queremos desnudar a quien tenemos al lado porque su propia mentira nos da calor a nosotros mismos. Calor de invernadero eso sí. Es cuando, de forma consciente o inconsciente, acabas contruyendo con su mentira tu propia mentira. Pero las mentiras no abrigan, ni dan sustento, no te alimentan, es la fatua ilusión de algo que brilla a lo lejos y que al parpadear desaparece.

Al final, cuando la mentira no es más que un borrón de lo que ni siquiera fue, da sus últimos coletazos y muere matando. Desnuda insiste en vestirse con más mentiras, porque la mentira no tiene conciencia, intenta poseerte y confundirte. Una mentira te morderá, te provocará y te echará la culpa por tirar de su hebra. Y algo peor, te inoculará para siempre el virus de la duda.

Un cazador se vuelve más diestro a base de cobrarse piezas, un pintor perfeccionará su técnica a base de pintar cuadros, un juez decano reconocerá a un culpable con solo verlo. Pero quien descubre una mentira, quien tiene un bagaje en saber ver qué es verdad y qué no, acaba convirtiéndose en un ser desconfiado, inseguro, casi paranoico. Y un vez llegada a esa situación, ya no hay punto de retorno.

Todos somos mentirosos, todos mentimos de forma casi compulsiva a lo largo del día, pero, ¿por qué mentir a los que te importan de forma consciente?, ¿por qué engañarnos a nosotros mismos?. No soporto la mentira, no soporto sentirme engañado, no soporto que no me quede más remedio que dejar creer que me engañan para no perder algo que quiero o necesito.

Pero si dejas de mentirme te creeré, aunque lleves largo trecho, aunque tu mundo sin ellas no tenga el mismo color. Sí paras y te desvistes seré yo quien teja una realidad que cubra sin ocultar, que de calor sin hacer que arda tu conciencia, que congele la necesidad que tienes de ser otra persona.

"Porque yo no quiero que me compren por menos de menos de nada, que no me vendan amor sin espinas, que no me duerman con cuentos de hadas, que no me cierren el bar de la esquina".


Frase del día: "Que el fin del mundo te pille bailando" (Don Joaquin Sabina - "Noches de boda")
-¿Me concede este baile, señorita?

3 comentarios:

  1. "Tiene gracia.No cuenten nunca nada a nadie.En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo"J.D.SALINGER

    ResponderEliminar
  2. Jo, no puedo creerlo... ¿cómo es posible que escribas JUSTO lo que pienso, lo que siento, lo que me pasa por la cabeza y por las tripas? Es tan raro leerlo, mezcla de alivio y pupa; buena terapia, anyway.

    Las mentiras... con las patas tan cortas y el rabo tan laaaargo. ¿Por qué me hacen tanto daño?? Ahí voy, licking my wounds, nadando contra corriente, intentando no llegar al punto de no-retonno del que hablas: ME NIEGO a ser desconfiada, a dudar, a dejarme arrastrar por la sombra del lado oscuro. Sorry Darth, sometime never, maybe.

    GRACIAS, Al: U DA MAN!!

    ResponderEliminar
  3. No he visto tu comentario hasta hoy. Me enorgullece tu presencia, tus sabías palabras y ese vínculo que nos ha unido aunque sea en algo tan doloroso. Yo también me niego a ser una sombra de lo que soy, a ser un cúmulo de malas personas. Nadaremos juntos a contra corriente, por si nos vamos cansando tener alguien al lado que nos anime a seguir sin rendirnos, sin desfallecer ante ese lado oscuro de la desconfianza. Un placerazo Srt. Encar.

    ResponderEliminar