sábado, 2 de abril de 2011

Capítulo 54: Azul y gris

Es poco una vida, con una no basta. Es poco para aprender todo lo que se ha de aprender. Durante toda ella improvisamos, vivimos según nos lo vamos encontrando por el camino y para cuando entendemos el verdadero significado de las cosas suele ser demasiado tarde. Somos novatos sin otra oportunidad.

Y lo peor de no saber cómo funciona, es que nos la perdemos intentado aprender. Vivimos sin más, gracias a una inconsciencia humana que es nuestra salvación y nuestra perdición al mismo tiempo. No somos conscientes de nuestro devenir e irremediable fin, cosa que nos libra de la más terrible locura, pero a su vez nos abstrae de la verdadera idiosincrasia del vivir, dejándonos caer en pequeños problemas o distracciones, alejándonos del verdadero sentido que es disfrutar de cada minuto como si fuera el último.

Y el no saber vivir ya no solo nos afecta a nosotros mismos, sino que lo hace, por extensión, a los que tenemos alrededor. Nos encanta pavonearnos delante de los demás de lo mucho que queremos a tal y cuál, pero luego solo hacemos que engañarnos. ¿Realmente lo quieres tanto?¿De verdad?¿Pasas con él o ella todo ese tiempo que se merece?¿Le das la mejor vida que pueda merecer?¿Le dedicas el tiempo que se requiere y debes o es más fácil hacerle fotos y lucirlas, hablarle a todo él mundo de su existencia, orgullecerse de sus dotes pero luego olvidarle en un rincón? Somos tan injustos, tan absurdos en nuestras acciones y reacciones que no merecemos que sientan pena por nosotros cuando perdemos algo.

Y ya no hablo de las personas, que debido a esa consciencia que nos hace distintos en este mundo nos hace a todos culpables sin remisión, sino de esos otros seres que, de forma tan altruista, nos demuestran su cariño aún cuando nuestra forma de actuar les condenan, en la mayoría de los casos, a una vida llena de miserias y soledad.

Hoy me siento como todo lo critico. He sido, conscientemente, un egoista, un moralista sin escrúpulos que no he sabido, no, no he querido, perder 3 minutos de superficiales entretenimientos para dedicárselo a alguien que me ha hecho sentir muy especial por tan solo "saludar" cuando llegaba o me levantaba.

Batman se muere, se consume. Sí, puede parecer un simple pájaro, nada más, pero siento una pena tan profunda que apenas puedo llegar a valorar. He sido tan injusto, tan mal amo, he dejado que estuviera allí sin más, no lo he disfrutado, no he sabido hacer su vida mejor que tenerlo en una jaula pequeña y llena de cascabeles, y ni siquiera me he acercado o estado un rato a su lado sabiendo que, cuando me veía, se alegraba de sobremanera. Y es que mi sentir era su sentir.

Por ello, vivid la vida, pero no solo la vuestra, vivid la vida de todos aquellos que tenéis a vuestro alrededor y queráis. Vinculaos, enriqueced los momentos de esas personas o seres a los que amáis, haced que cada momento sea único. Se que uno respira sin pensar, o camina de forma autómatica, pero no dejéis que la vida pase así, sin pensar que está pasando. Masticarla, pensar en ella. Cuando le cojáis la mano a vuestra madre, pensad lo que estáis haciendo, notad y sed conscientes de ese acto y saborearlo como si se detuviera el tiempo. Y cuando tengáis que elegir entre terminar de ver una serie o conseguir 1000 puntos más en un juego, y atender llamada de un padre, el reclamo de un pájaro o el deseo de ser acariciado de un perro, que no haya ninguna duda de que será lo que recordaréis para la posteridad y a quien le debéis vuestras mayores alegrías.

Como dijo hace poco mi tío, ante la pregunta de por qué siempre sonreía y estaba tan contento cada vez que nos juntabamos: "disfrutar de los buenos momentos, porque sin duda estamos en lo mejor de la vida, y tendremos muchos motivos para estar tristes en el futuro". Yo añado: "vivid de forma juiciosa, amad conscientes, y no dejéis de ser justos con quienes os hace feliz. Pensad que si alguien os podría hacer derramar una sola lágrima por su perdida, merece un millon de sonrisas en su compañía."

Va por tí, pequeño azul de mi gris.

Frase del día: " Tu ya sabes que yo te adoro" ( ) -Adorar es la palabra que todos utilizamos cuando alguien te dice que te quiere y tú no puedes decirle lo mismo. La diplomacia en estos casos es como un saco de plumas de 1 tonelada, está hecha de ternura pero te aplasta como una losa de cemento.

2 comentarios:

  1. Batman te quiere así, como eres, con tus despistes y esos 5 minutos que le dedicas muy de vez en cuando, pero que para él lo son todo. Es lo bueno de los animales: que no conocen el rencor ni tienen malicia, ni son capaces de culpar a nadie por su dejadez. Así que no te tortures: él te quiere, (y también te adora, te aprecia y todos los verbos que expresen cariño) te ha querido siempre y, cuando esté en el cielo de los periquitos, te seguirá queriendo. Así es el amor incondicional, somos nosotros los humanos los que nos empeñamos en buscar culpables y, lo peor de todo, en culparnos a nosotros mismos.

    Seguro que ha sido un pájaro feliz, además. Como las rubias, ha vivido la felicidad de la ignorancia. Porque seguro que si llega a saber que cuando quieres eres encantador, mimoso y detallista, seguro que habría dejado de piarte tan cariñosamente cuando te veía aparecer por el pasillo :P

    Todavía estás a tiempo. Ve y cántale una coplilla, anda, aunque sea la del hijo que iba pa niño pero salió niña. Seguro que te lo agradece, y al final es éso lo único que importa.

    Un besote para el pollo y otro para Batman.

    ResponderEliminar
  2. Aquí una rubia ignorante te recuerda que Batman tiene todos los años y que se merece el descanso. En cualquier caso, la lecciónque te aporta, como regalo de despedida no puede ser mejor.
    Haz caso a tu tio, es un tipo sabio.
    Un beso.
    Ps. Tu post y tu silencio me han puesto muy triste. Creo que peor no lo podemos hacer. Espero que no nos lamentemos, las personas no son como los periquitos, sí tienen memoria. Y condicionales.
    Siento tus días grises.

    ResponderEliminar