lunes, 12 de abril de 2010

Capítulo 20: Rumble in the jungle

Rumble in the jungle: George Foreman V.S Muhammad Ali. 36 años después se repetía la historia. Bueno, más o menos. En realidad era el Real Madrid V.S FC Barcelona, pero aquello parecía Kinshasa. He aquí la historia de un partido.


Hay varias formas de ver el futbol. Puedes ir al campo y vivirlo en directo, que no está mal pero mejor que vayas acompañado por un amigo ATS porque la hemorragia de tu cartera puede ser de las que hagan época . Puedes verlo en casa desde la comodidad de tu sofá, con la equipación oficial de calcetines desparejados con tomates de centímetro de ancho y camiseta con rastros recientes de polvo de ganchito, aunque cantar los goles así pierde glamour y corres el riesgo que el vecino sea del equipo contrario y al salir de casa te encuentres un mojón de perro justo en el felpudo de la entrada. También puedes ir a un bar y disfrutar del calor de la compañía de los hombres-codo-en-barra-ergodinámico-&-carrajillo-bailyes, con sus comentarios de entrenador frustrado, con aroma a rancio viejuno a conjunto con el color de sus dientes y todo aderezado con ese incienso especial de Ducados Flavour tan propio de los locales que llevan el nombre del dueño (digasé Taberna Amigos de Pepe o Juani y Jose Bar). La experiencia puede estar bien, siempre y cuando tengas la capacidad de aguantar dos horas y media a lo capitán Cousteau, sin coger ni pizca de aire. Y luego está la opción de ir a ver el futbol a un bar africano. Y claro, jalea jacta est, la jalea real estaba echada.

Reconocer que en este caso éramos reincidentes. Con alevosía y nocturnidad, como decía José María García. El bar en sí no tenía más misterio. Desde fuera podía parecer un lugar de los más prototípico. Tal vez un poco oscuro en comparación con el standard habitual pero sin mucha más diferencia. Los lugareños obviamente africanos, y por lo que puede entender, que no fue mucho, debían ser liberianos, del África más negra.

Una vez dentro, la MÚSICA; con mayúsculas. Apasionante. Unos ritmos que daban ganas de prenderle fuego a una mesa y bailar a su alrededor. Muy amables nos cedieron la mejor sitio y 6 pieles pálidas, futboleros y culés, nos sentamos a cervecear la previa. No tardó nada en coger ambiente aquello. Y qué ambiente. Dicen que los chinos se parecen, pero estar con negros africanos en un bar oscuro es como asistir en una comida familiar del Agente Smith de Matrix. Tal vez lo más destacado fue el clon afro de Disco Stu y sus bailes aleatorios con giro sobre si mismo a los Jackson Five. Según él, y tras el partido y varios porros entre pecho y chandal, decía que era blanco, y sueco, la de mismica Suecia.

Y empezó el partido.

Todo euforia, cervezas que parecían no acabarse, igualito que el año pasado. Todos con el culico cerrao por culpa de Cristiano Ronaldo y su flequillo indespeinable al realizar sus internadas a lo trote cochinero, y con el temor que Enjuto Mojamuto pitara un penalty por alguna de sus caídas lipotímicas, como era tradición en el Figo y Mijatovic de antaño. Pero no, llegó Xavi, Messi y gol. África rugió. Riéte tu del nacimiento de Simba. Venga a chocar manos con todo el que teníamos cerca. Todos los africanos mirándonos y queriendo celebrar con nosotros el gol. Que espectáculo. La cuestión es que no desentonábamos. En más de una ocasión éramos los hooligans que la liábamos parda cantando canciones y haciendo que nos siguieran.

Chuta Alves a las nubes y el Arnold africano madridista suelta comentario de calidad
“aaahh Iberia, siempre arriba”. Entonces el Eric Foreman de House que tenía delante se giraba hacia mi, riéndose, y me decía: “¿pero qué dice???“. Yo levantaba los hombros diciendo “ni idea chico, sino lo pillás tú…”. Descanso y más cervezas. Mireia y Bruna, las amigas traductoras de Fle, flipando con la gente y con nosotros. Y yo flipando con Bruna, una chica que estudió neerlandés y ruso porqué tenía que elegir un idioma y le dio por ahí. Sigo pensando que por sus facciones era la hermana secreta de Nadia Comaneci pero con acento de Lleida (dice que salió en la pelí del Acorazado Potemkin pero me da que me lo dijo para que me callara).

Segunda parte, la Fle y Emil O’Neil haciendo ya chup chup contando chistes tan malos que hacían conjunto con el juego del Madrid. Al poco, Pedrito y gol. Otra vez todos para arriba, manos para aquí, manos para allá ( necesito que alguien me dé clase de cuando chocar la mano a lo pandillero, cuando a lo “gimilfaif” y cuando un ni chicha ni limoná). Sale Guti por el Marcelo y canticos de
“Guti Guti Maricón…”.Todos los negros girados con una cara de “pero ¿qué cantáis piraos?” y sonriendo incrédulos. Luego sale el revulsivo, la joven esperanza, Raul alias Baul, según Fle’s Churris Norris. Y finalmente cambian a Pipita Igualín por el señor ese que se parece a lo que le digo a mi hermana cuando viene a casa: “Ven Cená”. Hasta el final del partido ya sólo delirio, bailes raros, gritos de "Barçaaa" que parecían sacados de las minas de "Indiana Jones y el Templo Maldito" y risas.

Se acaba el partido, todo el mundo nos saluda, nos cuentan cosas que es imposible de entender a menos que vayas tan pedo como ellos, más música étnica tronante y en la tele una pelí de Steven Segal demostrando que, si algún día alguien escribe un guión donde el protagonista es un trozo de panceta triste y peleona, se lleva el Oscar al mejor actor de calle.

Al final salimos de aquel bar con la idea que hay según que mezclas que , por extrañas que parezcan, son dinamita pura. Lo mejor, que es el segundo año que vamos y la experiencia se multiplica en calidad. Creo recordar que le prometí a un lugareño que para la final de la Champions volveriamos… Igual me he precipitado, pero aún y así, a día de hoy, se puede decir que estamos “Ready to Rambles”.

Frase del día:"Vale, pues sí, puedes interrumpir la dieta de la celiaquía, ya está" (Doctor Espinet...e)
-Felicidades Helensita, jamás ví a nadie tan feliz ante la idea de comerse un bocata de chorizo. Viva la Nouvelle Cuisine.

3 comentarios:

  1. Chenche, na un Chenche, i á!
    Chenche, na un Chenche, i á!


    Descaradito quel final de la champiñones la vamos a ver allí tugeder and ever, totecín. Y el Disco Stú fue tremendo, sueco y musulmán y le decía a los nenes negritos de allí que ellos eran los españoles, nosotros los africanos. Creo que venía ya fumaete de casa, pero oye, bien.
    Y el local está ojjjcurillo porque juegan al escondite y pierde el primero que ríe.
    Y la música, chana.
    Y los carteles, chanan más.
    Y que lo viéramos todos en feliz compaña dándole al chinchins y al vengavachocaaaaa, moló.
    Y eso.
    Que força barça, si señor. :P

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  2. Palabra de verificasao de antes: Dessi, que es como messi pero con aparatos, bicicleta y veranito pantone marino.

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  3. PD2. qué momentazo el tema de Guti Maricón, pordios, qué caras de ¿Peroquédesísdeverdáloes????

    Innnncreible. :P

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